Vivir casi Solo, Morir más Sucio.

Vaya, como pasa el tiempo, el pasado mes de agosto se cumplió un año desde que salí de casa casi sin nada, con una malo delante y otra detrás, sin embargo sigo vivo, quien lo diría.

Ha habido momentos tristes y alegres, (creo que no ha habido tristes, pero a veces hay que ser algo dramático para "vender"). Bueno, lo importante es que, en general el balance ha sido muy positivo. Podría haber hecho un capítulo como los que suelen hacer en algunas series en plan relleno, con los mejores momentos del año o los más graciosos, pero algo más importante ha sucedido recientemente.

Como algunos habréis deducido gracias al título de la entrada, ya no estoy completamente solo en casa. Y no estoy refiriéndome a las hormigas de las que hablé recientemente, las cuales siguen vivas y van viento en popa, sino algo más grande y peludo.

Con todos ustedes, tengo el honor de presentar a Mari Mai, Mai para los amigos.

La rocambolesca historia de como llegó esta preciosidad a casa no es nada del otro mundo, simplemente su anterior dueña tuvo un bebé y como la mimosa de la gata le cogió algo de celos al bebé prefirieron quedarse con el niño ( cuando el niño les salga malvado se darán cuenta de su error. )

La verdad es que es muy cariñosa, aunque tiene su genio, si le tocas las narices se acaba mosqueando. Le gusta beber agua de cualquier parte menos del vasito que tiene aposta para ello y del WC, pero en cuanto le abres un grifo, o dejas un vaso olvidado con Agua se pone a beber.

Es una gatita muy guapa, pero todo lo bonito que es su pelaje, deja de serlo cuando llena el suelo de pelos, así que ahora tengo que pasar con mayor asiduidad el aspirador. Pero bueno, todo eso son males menores.

Ya os iré contando todas las maldades que haga esta pequeña.