martes, 7 de enero de 2014

Cake Pops

Para la entrada de hoy se han barajado infinidad de títulos posibles. La idea original era llamar a la entrada "Los cojoncillos de Vicente", os explicaré el motivo. En el grupo de amigos donde jugar a juegos de zombies es el pan nuestro de cada finde, son famosas "Las Delicias de Mapashito" una suerte de Albondiga, con atún, queso y huevo, frita, obturadora de arterias que afortunadamente para mi corazón no he tenido la ocasión de probar. Claro está que si él tiene sus "delicias" yo tenía que crear una receta igual de deseada. Y que mejor que llamarla, debido a su forma redondeada, "Cojoncillos" siempre puedes ofrecerlos diciendo, "¿Quieres comerte un cojoncillo?"

Pero bueno, vayamos al origen de la receta todo ocurrió un fin de semana. Una de las compañeras de trabajo que ha pedido permanecer en el anonimato, llevó una especie de piruletas de bizcocho, cubiertas con una capa de chocolate y decorado con virutas y fideos de chocolate. Algo muy atractivo tanto a la vista como al paladar, una delicia.

En principio no pensaba que volviese a probar unos Cake Pops, pero un par de semanas después de haberlos probado, en un viaje a Madrid, paseando por una estrecha calle perpendicular a Gran Vía, apareció ante mis ojos el escaparate de una tienda de productos americanos. Eran las 19.59, y cuando giré la esquina para entrar justo estaba la dependienta, una entrañable mujer con aspecto de ser la típica ancianita norteamericana, elaboradora de las artesanales tartas de manzana que tanto gustan por esos lares, colgando el cartel de cerrado.

Todo parecía perdido, al día siguiente me sería imposible acercarme a la tienda ya que mi hotel estaba a cientos de kilómetros de allí ( Todo esto lo estoy diciendo para hacerlo todo más épico, pero realmente mi Hotel. . . bueno, Hostal, estaba a 100 metros de la tienda, pero admitamoslo, habría sido un pateo tener que volver el día siguiente.)  pero la adorable mujer, con una sonrisa, abrió y dijo: "Pasa".

Husmeando entre las estanterías encontré un montón de moldes curiosos, utensilios que no había visto jamás, y en una esquina, entre un preparado para hacer Cookies y uno de hacer Pancakes, había una infinidad de Kits para Cake Pops.  Curioso capricho del destino ( Siempre me ha gustado esta frase).

Como veis ti

Había sabor Cheecake y sabor a tarta de chocolate que fue por el que me decanté.( Arriba pongo que hay infinidad de kits y va y había sólo dos. . . miento más que hablo)

Cuando hablé con mi compañera, le pedí el molde que había usado ella para hacer una comparativa y ver si estaban más buenos los "cojoncillos" artesanos o los de sobre.

Molde
Receta de Caroline.
Yo, en un derroche de genialidad, intenté mejorar la receta de los cojoncillos de sobre empleando el molde que me dejó mi compañera. Aquello fue un error terrible, os explicaré porqué.

La receta de mi compañera consiste básicamente en hacer un bizcocho, desmigarlo, y volverlo a juntar apretándolo para evitar que tenga aire en su interior. Esa es la receta, o al menos así la recuerdo, a estas alturas de la vida aun arrastro un trastorno de déficit de atención, así que tampoco le hice mucho caso.

Claro, si haces eso básicamente haces las cosas dos veces, primero consigues un bizcocho, y luego lo reconstruyes en forma redondeada, yo opté por juntar esos dos pasos.

Cuando ya tenía todo preparado para hornear me di cuenta de un detalle. Los cojoncillos que había comprado en Madrid eran para hacer en el microondas, y el molde era de horno normal. Ante tal dilema, opté por no jugarme el molde de mi compañera y lo horneé . . .


Y claro, ocurrió lo que ocurrió. La cantidad depositada a ojo en los moldes era excesiva y se crearon aberraciones dignas de la mente de un supervillano.

Muestra de lo ocurrido.
Separé uno a uno los cojoncillos y con un cuchillo quité los bordes para que fuesen lo más redondos posibles. Ahora sólo faltaba ponerles el palo y cubrirlos con chocolate.


El "truqui" para que el palo quede dentro del Pop es bañarlo antes de introducirlo en chocolate, así, cuando se enfríe, quedarán unidos para siempre.


Cuando ya se ha quedado soldado el palo, se baña la bola en chocolate caliente y se decora al gusto.

A continuación, voy a enseñaros como quedaron.


Como podéis ver la presentación fue inmejorable. . . 

Vale, me habéis pillado, esa foto no son de mis Cake Pops, son los de Caroline, pero en mi defensa diré que en mi mente los míos iban a quedar igual, el problema ha sido que he ido recibiendo un duro revés tras otro y he perdido la motivación, aparte, era solamente una prueba que jamás debió ver la luz.

A continuación tenéis los genuinos cojoncillos, he de decir que para la foto elegí los que mejor aspecto tenían, así que os podéis imaginar como serían los otros.

La belleza de estos cojoncillos está en su interior.
Como en la Bella y la Bestia.
Viendo el resultado final, habría valido la pena que la entrada se llamase Cake Poos, aunque quizá habría sido demasiado escatológico.

Claro, aquí también entra la creatividad de cada uno, y si bien es cierto que para algunas cosas se me podría considerar un Leonardo Da Vinci, para otras tengo menos creatividad y gracia que una piedra, pero no os preocupéis, esto es sólo el principio, prometo seguir ofreciendo mis cojoncillos en cada fiesta y/o reunión social a la que asista.

Es más, Imaginaos este anuncio:


Oh, Con tus cojoncillos nos has realmente conquistado.

Durante 2014 os tengo preparadas increíbles aventuras, muchas explosiones, inundaciones, animales por doquier. . .