jueves, 27 de octubre de 2011

Frikisetas.

Los que me conozcáis en persona ya sabéis como soy, pero aquellos que me conozcan únicamente por ser el creador de este blog de éxito mundial se habrán dado cuenta poco a poco de que pie cojeo. Si amigos, en mi interior hay un pequeño freak, Que si leyendo El Señor de los Anillos en la terraza, que si los moldes para el hielo en plan guay, incluso muchas más cosas que no han salido en este blog para que pueda ser leído por gente de todas las edades. Bueno, a lo que vamos, que me está pasando lo de siempre y me voy por las ramas.

Una cosa que sabe poca gente es que cuando hago la colada y me dispongo a doblar camisetas y guardarlas en el armario, tengo mi montón de camisetas básicas, mi montón de camisetas para destruir (viejas y excesivamente gastadas) y la montaña de camisetas Geek.

De hecho, cuando vivía con mis padres y llegaba a casa con una bolsa, mi madre siempre se temía lo peor, y en lo cierto estaba. Una nueva camiseta había llegado a casa con la intención de quedarse. Yo aún me pregunto como aquel pequeño armario empotrado dio tanto de si y pudo albergar tanta camiseta en su interior.

Una de las cosas que más me gusta es tener camisetas originales y con cierto toque Geek (aunque jamás podré estar a la altura de Sheldon Cooper.) Aquí bajo os he puesto una foto de algunas de las camisetas que tengo en el armario. Estas son sólo las de manga corta.

Como podéis ver, hay temas ochenteros como los Cazafantasmas o Bud Spencer (aunque esto es incluso anterior 70's) También anda por ahí el pequeño Stewie, incluso el. . . el . . . Chupoptero Raruto (parodia de Naruto creada por Jesulink el cual encontraréis aquí).

Y bueno, aquí otras camisetas dignas de estar en el montón de camisetas Freaks.

Si alguien quiere hacerme algún regalo guay alguna vez en su vida, ya sabe. Acepto regalos de todo el mundo y especialmente si son camisetas guays.

lunes, 10 de octubre de 2011

A veces no hay que seguir las instrucciones.

A estas alturas, todos sabéis que tengo una gata preciosa que, entre otras cosas, le gusta beber sólo del grifo. La verdad es que en este mes que llevamos viviendo juntos la gata se porta bastante bien, no ha roto nada, pero hay un par de historias que me gustaría compartir con vosotros. Pero hace 15 días, pasó algo digno de contar.

Los que tengáis gato, sabréis, que para evitar los atascos intestinales por culpa de las bolas de pelo, hay que darles malta. Y no me refiero a darles cerveza (Dios que chiste más malo, este blog está cayendo más bajo cada vez)La malta va en forma de una especie de miel que hay que darle según el envase una vez al día, pero como os voy a demostrar con mi historia, no hay que hacer siempre caso a las instrucciones.

Cuando llegó Mai a casa venía con el Kit completo, traía comida, su camita, sus juguetes, el silicio donde hacer sus pipis y un tarro de malta.

El primer día que le di malta, lo hice poniéndome un poco en el dedo y acercándoselo para que lo oliese. Tras el éxito inicial del primer día, leí todo el bote de malta y ponía, y cito textualmente: "poner una pequeña cantidad de ***** malta diariamente en una de las patas o bien directamente en la boca". El caso es que, después de leer eso, pensé que sería buena idea ponerle un poquito en la patita. Nada más lejos de la realidad, cuando agarré a la gatita por la pata y le puse la malta, sus maullidos alertaban que la cosa iba a dar un giro inesperado.

Fue soltarla y la gata empezó a saltar como una loca, parecía que tener la malta en la pata no le gustaba nada, como he dicho, se puso a saltar y salió corriendo por toda la casa como alma que lleva el diablo.

Han pasado dos semanas de eso, y es ver el bote de malta y alejarse corriendo. La única forma que tengo para dársela es mezclarla con sus bolitas de pienso, y aún así, se come siempre primero el pienso que no está manchado, y cuando el hambre puede con ella, se come el que lleva la malta.

Cuando llevaba la mitad de este artículo, la gata pensó que sería buena idea colaborar con la escritura, y se subió al teclado.

En la foto no se aprecia bien del todo, pero estuvo 3 minutos sin moverse.

martes, 4 de octubre de 2011

Próximo objetivo: Dominar el Mundo.

Después de una dura jornada laboral, la otra tarde llegué a casa y decidí relajarme en la terraza unos minutos tomando un sabroso refresco. Lo que iba a ser en principio un momento de autoreflexión y motivación para afrontar la dura tarea de limpiar la casa y poner la lavadora, se convirtió, con la llegada de Mai a la terraza, en algo completamente diferente.


La gata, he de admitir que es muy guapa, pero en su interior tiene algo malvado, y para muestra la foto de arriba. Como he dicho estaba sentado tranquilamente en la terraza, salió, y se sentó sobre mi pierna, controlando todo lo que pasaba por la calle, y ronroneando para que le acariciase la cabeza y el lomo. Me sentí como el malo del Inspector Gadget, vigilando junto a mi fiel felino los movimientos de los vecinos.


En esta segunda foto, se puede ver, que la gata no pierde detalle de lo que se cuece fuera. . .

Lo que en principio iban a ser 5 minutos de relax, se convirtió en más de media hora acariciando a la gata y viendo a los coches pasar, lo que se resume en una tarde totalmente improductiva.