lunes, 13 de agosto de 2012

Mi nueva mesa del comedor.

Recientemente, se han cumplido dos años desde que empecé a vivir solo. Si bien es cierto que la frecuencia en las publicaciones de este blog ha caído de forma considerable, es todo un record para mi llevar más de dos años escribiendo. Cuando me apunté de niño a Karate duré cuatro meses, con el fútbol creo que fueron seis, así que se puede decir que estamos de enhorabuena.

Llevo dos años viviendo en casa, y he de decir que siempre quedan detallitos, uno de estas cosas que faltaban en la casa, era la típica mesa que suele estar al lado del sofá donde uno deja los mandos a distancia y el teléfono.

Hasta ahora, los mandos estaban siempre perdidos entre los cojines del sofá, y el teléfono estaba en el suelo, pero por fin eso acabó. La idea de hacer una mesa/estantería con elementos variados no es nueva, ya Homer Simpson usó seis bloques de hormigón que iban a ser destinados originariamente para un . . . ¿Era un orfanato o un hospital? Oh Dios, estoy perdiendo mi frikismo natural. . . algo tendré que hacer.

Bueno, a lo que vamos, la idea inicial era tener una mesa de diseño en madera, algo exclusivo a la par que elegante, pero la cosa no cuajó y hubo que cambiar de idea. Al final, debido a una campaña de calidad, conseguí hacerme con unas llantas que, si bien es cierto que han sido "inutilizadas"  apenas se nota por como las he colocado. 

En principio iba a poner tres llantas en plan torre unidas a otras tres justo al lado, pero eso habría hecho una mesa muy grande, así que opté por hacer dos mesas independientes una para cada lado del sofá.

Las dos fotos que veis aquí bajo son dos previews, estaban las llantas puestas una sobre otra en equilibrio y coloqué un cristal de la mesa de la terraza para hacerme una idea de como quedaría. 



Elegante mesita de diseño con teléfono 
Ahora sólo faltaba una manera de mantener las llantas unidas de forma estable, estuve sinceramente barajando la posibilidad de dejarlas simplemente una encima de otra, pero mi padre, en un arranque de sensatez dijo que ya me la había jugado bastante durante mi juventud teniendo sobre mi cama unas estanterías con toda la serie de Dragon Ball que podían haberme caído encima mientras dormía en cualquier momento ( la verdad es que no habría habido muerte más freak).

El caso es que colocando un tornillo largo, tirando a esparrago por donde iría el eje de las llantas, poniendo una tuerca a cada lado y apretándolas como si no hubiera un mañana, se ha conseguido un único bloque de llantas indestructible.



Los más observadores del lugar os habréis dado cuenta que las mesitas llevan un cable eléctrico, os desvelo la sorpresa. Dentro de cada una de Las Dos Torres hay una bombilla de Led que puede hacer luz en infinidad de colores ( dieciséis colores, tampoco nos vayamos a exceder aquí de presupuesto.) que proyecta unos juegos de luces y sombras en el techo de la habitación de inusitada belleza. 

El problema que había, es que en mi mente pensaba que de las llantas saldría un haz de luz que iluminaría todo el techo dejando unas pequeñas sombras con la forma del dibujo de las llantas, y que aquello sería maravilloso. La frase es que la realidad supera siempre a la ficción, pero yo, en mi caso, debo tener doble ración de ficción en mi mente y la realidad siempre se queda corta con respecto a mi imaginación. Así que pensé que lo mejor sería poner dentro de las llantas unos espejos para que la luz rebotase en todas direcciones. Así que al chino me fui en busca de espejos, y solo pude encontrar esto:



Si, mi cara cuando los vi fue más o menos como la que habéis puesto vosotros ahora. Probablemente en China los espejos lleven fotos de sus Idols.

Bueno, el caso es que después de ir a por los espejos, y montarlos, sólo en uno de los dos conseguí que la luz saliese como yo quería, pero debería tener siempre el espejo un poco inestable, y como romper un espejo son 7 años de mala suerte, y no estamos para jugárnosla.

El caso es que después del poco éxito de los espejos, opté por reubicar las luces para obtener estos resultados.







Las mesas no están aun al 100%, todavía falta pedir los cristales, pero el efecto de las luces ya se ha visto, cuando estén completas os informaré.



jueves, 9 de agosto de 2012

Tiramisu decaffeinato

Era una calurosa noche de verano. . . 

He empezado la entrada así, pero nada tiene que ver con lo que viene a continuación, simplemente me aconsejaron que sería un buen gancho para que la gente la leyese y por si acaso, así lo he hecho.

El caso es que recientemente y dos años después de la creación del blog, mi hermana se ha hecho fan en facebook y ha empezado a leerlo. Un poco tarde la verdad, pero tampoco vamos a ponernos exigentes que este blog no es tan bueno.

Como muchos sabréis, el principal atractivo del blog es mi faceta culinaria, como habéis podido ver a lo largo de estos años, siempre suelo causar el caos en mi cocina, mi hermana  no es la única que ha sido muy critica en este aspecto, son muchas las voces que dicen que si todo es ficción, que no se puede cocinar tan mal.

El caso es que la semana pasada, después de leer la entrada de los crepes, dijo: "La próxima receta la hacemos juntos" y ayer fue la fecha elegida. 

El postre en cuestión iba a ser tiramisú, pero claro, ni a ella ni a mi nos gusta el café, así que optamos por una versión sin café, apta para todas las edades y estómagos.

Los datos de la receta como tal no los voy a dar, ya sabéis que no acostumbro , sólo diré que dejé que ella se encargase de la mayoría de cosas. Lo primero que había que hacer era el bizcocho, para ello se separaba la clara y la yema de dos huevos, como podéis ver en la foto, separó la yema de 1,95 huevos, dejando un 5% de huevo sin separar. Os preguntaréis a que se debe, pues bien, según ella, la culpa es de los huevos ecológicos que son muy blandos y que "total, por un poquito no pasa nada".


Luego, se le echa una pizquita de sal para que se monte más fácilmente y ponemos al hermano de turno a batir hasta que se monten a punto de nieve. Cuando el brazo ya no me daba más de si ( y eso que es el derecho. . . ) continuó mi hermana, pero el trabajo duro ya lo había hecho yo.

Aquí un servidor alcanzando velocidades que ni Flash.
A continuación se añadía la harina mezclada con algo de levadura con la ayuda de un colador para que quede tamizada. Pues bien, en este momento mi hermana me enseñó algo que yo desconocía. Si bien es cierto que sabía que había harina de fuerza (para hacer pan) y harina para hacer bizcochos, ignoraba que en las levaduras pasaba lo mismo. ( Ahora entiendo el motivo por el cual el bizcocho que hice hace unas semanas y que no llegué a mostrar en el blog parecía un ladrillo, aparte de harina de fuerza, había utilizado levadura para hacer pan.)

Hacer las fotos fue realmente complicado.


Bueno, el caso es que mezclamos todo, lo ponemos sobre papel de horno, y lo ponemos a calentar durante unos ocho minutos y luego lo separamos del papel.


Una vez hecho el bizcocho, había que hacer el relleno. Los pasos son más o menos los mismos pero en lugar de añadir harina, pondremos el mascarpone.

Pues bien, yo separé las claras de las yemas a la perfección y a la primera, y luego, me dejaron nuevamente montando las claras.


Mientras yo estaba dale que te pego a las claras, mi hermana añadió a las yemas azúcar, y fue batiéndolas.


Le dio al tenedor con tanta fuerza que me manchó la zona baja de la espalda con esa mezcla de huevo y azúcar, las imágenes que van a ver a continuación pueden herir la sensibilidad de los lectores, así que aconsejamos que no se vean.


Una vez tenemos bien removidas las yemas y el azúcar, hay que añadir 250 gr de mascarpone y seguir mezclando.


Voy a refrescaos la memoria, mi hermana ya la lió cuatro fotos más arriba separando las claras de las yemas, luego manchó mi espalda  con huevo, y como vais a ver en la foto que viene a continuación, también tiró por el banco algo de queso.

Llevamos en los genes lo de ensuciar.
Una vez limpio todo, llega el momento de poner la crema sobre el bizcocho. Ahora bien, en las proporciones que hicimos nosotros sobraba crema a punta pala. La muestra la podéis ver dos fotos más abajo, donde rebosa mezcla.


La idea de mi hermana era hacer una especie de brazo de gitano tiramisuero, y aunque yo intenté convencerla que era mejor idea hacer algo más tradicional y por capas, no conseguí hacerla cambiar de opinión, siendo hermana mía, me habría decepcionado si hubiese cedido.

Al enrollarlo toda la crema empezó a salirse.
Esto es lo que se llama un momento épico.
Una vez conseguimos enrollarlo evitando la salida masiva de crema por ambos lados del rollo y por el lateral, llegó el momento de pasarlo a un plato, si os fijáis en la foto de arriba la longitud del "Tiramisú" es considerable, así que hubo que cortarlo por la mitad.

Una mitad fue devorada por un servidor en menos de 24 horas. (Estoy algo malo de la garganta y eso suele darme hambre sobrehumana.) y la otra mitad fue decorada y llevada al trabajo de mi hermana, donde, a fecha de hoy, aún no se ha dado ningún caso de intoxicación.