viernes, 28 de septiembre de 2012

Tengo un ejercito.

Todos recordaréis a mi joven Beyonce, la encontré en mi puesto de trabajo y me la llevé a casa donde puso un montón de huevos. Esos huevos se acabaron convirtiendo en unas hormigas la mar de majas que se aburrían dentro del tubo de ensayo donde las tenía, así que empezaron a tramar planes de fuga.

Como me sabía mal tenerlas encerradas, opté por concederles algo así como la libertad vigilada, básicamente las dejé libres en las macetas de la terraza, donde allí, podrían llevar una vida placida.

Las dejé allí con más El caso es que hace unos meses, me asome y la terraza estaba llena de vida, tenían sus hormigueros, iban de una maceta a otra por las ramitas de las plantas, eran felices. 

El caso es que el otro día las descubrí dándose un festín, como se puede ver en las fotos de bajo habían atrapado entre varias a un insecto no identificado.

Realmente es una especie de tijereta.




Ahora se me ha planteado un pequeño problema. Obviamente matarlas no voy a matarlas, las he visto nacer,  son como mis hijas, así que tengo dos opciones, o ayudarles a alimentarse con lo cual cada día habrá más y tendré que acabar comprando comida para ellas y para Mai, o bien cerrar el grifo de su alimento y no ayudarlas a subsistir, pero si tienen escasez de alimentos probablemente intenten invadir mi cocina en busca de los sabrosos manjares que allí preparo. El caso es que el otro día me sobró un poquito de pollo que estaba un poco duro y se lo eché, provocando una gran alegría entre ellas.



Recientemente y al más puro estilo de "El Señor de los Anillos" se produjo una batalla entre distintas especies de Hormigas. En el primer vídeo no se ve muy bien por que tenía en el móvil la mínima resolución, pero en el segundo se ve claramente como en la pelea, hay una espectadora de excepción mirándolo todo y no perdiéndose detalle de como entre dos o tres intentan descuartizar a una rival.



La vida salvaje es dura, y la vida en mi casa, más. 

lunes, 17 de septiembre de 2012

Vas a conocer mundo.

Una de las ventajas que veo al hecho de tener perro y no gato es que lo puedes sacar a pasear por las noches y socializar tanto al animal como a ti mismo con tus vecinos y tu entorno. El hecho de tener gato hace esto algo más complicado, pero recientemente vino a mi, como caída del cielo, una posible solución.

Mi hermana tuvo hace unos años un simpático conejo enano que venía equipado con una correita para poder pasearlo con mucho estilo por la calle o por el club de tenis. ( Mi familia nunca ha ido a un club de tenis, pero queda como más chic el decirlo.) El otro día, mi hermana se acordó que tenía por casa la correita y el arnés, y cuando fui una tarde a visitarlos me la dio. Obviamente, yo, en cuanto llegué a casa, llamé a la gata, y aprovechando que estaba un poco distraída le puse el arnés, y este fue el resultado.

 

Mi hermana me dijo que cuando se lo ponían a la gata de mis padres con la correa, esta se tiraba al suelo tumbada de lado y no había forma de moverla, ponía en práctica la típica lucha pacífica de Gandhi.

A los 30 segundos de ver a la gata sufrir se lo quité para no causarle más daños psicológicos de los que ya tiene y sobre todo para intentar evitar la venganza que seguro que está tramando.


viernes, 14 de septiembre de 2012

Ecce Homo

Supongo que la mayoría estaréis al corriente de lo ocurrido en un pueblo español durante el verano de 2012 y que da título a la entrada de hoy. Para los que no lo sepáis, supongo que esta pintura os ayudará a recordar. Básicamente fue una restauración fallida de una pequeña pintura mural que represanta a Cristo.

Pues bien, hace unos momentos ha ocurrido una catastrofe en mi casa con similares consecuencias. Me disponía a colgar las sábanas que  acababa de sacar de la secadora en el radiador que tengo para las toallas en invierno, el caso es que las he dejado apoyadas en el mueble de la pila del baño, con tan mala fortuna que el dispensador de jabón se ha caído y se le ha partido el cuello.


El caso es que como podéis ver en la foto, tan solo se ha roto en 4 ó 5 pedazos, con lo que aparentemente con algo de super glue sería fácil de arreglar. Pues bien, que no os engañen, reparar algo así es la cosa más difícil del mundo. Y para muestra, las fotos que tenéis aquí bajo.


Lo primero que hice fue vaciar de jabón el dispensador, y luego junté las piezas para asegurarme que no me faltaba ninguna. Sólo faltaba ir a por un pegamento que fuese capaz de aguantar. Como todo hombre, tengo mis preferencias a la hora de arreglar las cosas que están rotas con determinados productos estrella. Estos suelen ser las bridas, las grapas, la cinta americana, el velcro  y como no, el super glue.

Obviamente, las grapas estaban descartadas en esta ocasión, y aunque podría haber sido curioso el hecho de intentar repararlo con las bridas o la cinta americana, me decidí directamente por el super glue.
 

Se puede apreciar que la reparación no ha sido 100% satisfactoria, ya que estoy seguro que en cuanto enrosque la parte de arriba saltará todo por los aires.

Después de reparar con escaso resultado mi dispensador de jabón, creo que estoy preparado para enfrentarme a pinturas murales del siglo pasado.