lunes, 17 de septiembre de 2012

Vas a conocer mundo.

Una de las ventajas que veo al hecho de tener perro y no gato es que lo puedes sacar a pasear por las noches y socializar tanto al animal como a ti mismo con tus vecinos y tu entorno. El hecho de tener gato hace esto algo más complicado, pero recientemente vino a mi, como caída del cielo, una posible solución.

Mi hermana tuvo hace unos años un simpático conejo enano que venía equipado con una correita para poder pasearlo con mucho estilo por la calle o por el club de tenis. ( Mi familia nunca ha ido a un club de tenis, pero queda como más chic el decirlo.) El otro día, mi hermana se acordó que tenía por casa la correita y el arnés, y cuando fui una tarde a visitarlos me la dio. Obviamente, yo, en cuanto llegué a casa, llamé a la gata, y aprovechando que estaba un poco distraída le puse el arnés, y este fue el resultado.

 

Mi hermana me dijo que cuando se lo ponían a la gata de mis padres con la correa, esta se tiraba al suelo tumbada de lado y no había forma de moverla, ponía en práctica la típica lucha pacífica de Gandhi.

A los 30 segundos de ver a la gata sufrir se lo quité para no causarle más daños psicológicos de los que ya tiene y sobre todo para intentar evitar la venganza que seguro que está tramando.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

pensaba que el ruido de grillos era un añadido al movimiento en camara lenta... pero no

Anónimo dijo...

Si alguna vez tienes q ponerle un collar isabelino x una herida, operacion...(el embudo de plastico)
veras que fiesta. suelen andar solo para atras, y si lo hacen para delante es a esa velocidad

Anónimo dijo...

Ay pobre tu gata q tiene q aguantar contigo...
Y si alguien te pusiera a ti un arnes asi, como te sentirias?