miércoles, 17 de junio de 2015

La Hamburguesa.

Todo comenzó con la forja de los grandes anillos. . . Ah no espera, eso es otra historia.

En este blog, algunas de las entradas más carismáticas han sido las que por un motivo o por otro me han tenido previamente entre fogones.

Recetas como la del Cherry Laxant y las de los Macarrones del verano pasado, han dado siempre a este blog ese toque de locura que tanto gusta.

Hace unos meses tuve el placer de conocer a uno de los concursantes de Top Chef que es un programa de cocina con bastante tirón en mi circulo de amistades. El caso es que entre cubata y cubata me acordé de la hamburguesa que preparó para McDonald's y de como McDonald's destruyó su receta. No se si llegasteis a probarla allá por noviembre de 2014 pero estéticamente dejó mucho mucho que desear.

Peña y yo aun sobrios.

El caso es que pensé que si McDonald's es capaz de hacer hamburguesas yo también soy capaz de hacerlas, y aquí os traigo el como hacer las mejores hamburguesas del mundo, o al menos las mejores de vuestra casa. 

Lo primero que vamos a dar son los ingredientes que yo he utilizado:

Ingredientes para 9 Hamburguesas:

500 Gr de Carne picada de Ternera.
400 Gr de Carne picada de Pavo. ( Si, la bandeja era de 400 Gr, no tiene ninguna lógica )
2 rebanadas de Pan de Molde Tostado.
1/4 de Bolsa de Mister Corn.
1 yema de huevo.
1/2 Cebolla. 
9 Piñones.
1 Chorrazo de Salsa BBQ.

Ahora es fácil, Se pone la carne picada en un bol y se amasa junto con la yema de huevo. 


Una vez tenemos amasada la carne llega el momento de picar/rallar el pan y los Mister Corn para producir una especie de polvillo que luego mezclaremos con la carne.



Polvillo hecho con el pan y los Mister Corn.
Ahora una de las partes más polémicas, a mi la cebolla como que no me va, pero he de admitir que en este tipo de gastronomía hay que echarle algo a la carne para darle magia al plato que estás elaborando, sobre todo por que si no queda un plato plano, y lo que buscamos siempre es una Montaña Rusa de sabores en la boca.

Había ido a comprar esa misma tarde y compré una cebolla para la ocasión, troceé media cebolla como buenamente pude ya que las lagrimas no me dejaban hacerlo mejor. ( Hay foto de mis lágrimas pero la guardo para cuando tenga que parecer sentimental) Una vez troceada la junté con la carne picada descubriendo que media cebolla es demasiada para la cantidad de carne habría preparado, así que de esa media cebolla utilicé algo menos de la mitad y el resto me tocó tirarlo entre lagrimas ya que poco uso le iba a dar.




Antes, cuando hemos estado hablando de la cebolla he comentado lo de la Montaña Rusa de sabores en la boca si, pero no cascada marrón en el baño, así que tened cuidado con lo que condimentáis vuestra hamburguesa, y yo he de admitir que en esta ocasión me la jugué un poco, primero usé pan de molde cuando lo normal es usar pan rallado y lo segundo fue usar esta Salsa BBQ de la marca Hunt's que como podréis comprobar en la foto lleva casi dos meses caducada, pero que demonios, hemos venido a jugar.


Que 2 meses no es nada. 

Menos de dos meses no es nada, y menos si lo comparamos con las Popitas caducadas desde hace 4 años que intenté hacer en el microondas este fin de semana para un maratón de Jurassic Park previo a ir a ver Jurassic World esta semana y que acabaron produciendo que desalojasen varias plantas de mi urbanización. . . Bueno, no fue para tanto, sólo me tocó precintar la cocina y dejar la puerta de la terraza abierta durante 2 horas para que se fuese el olor.

Vale, ya tenemos la carne, el huevo, la cebolla, la salsa BBQ, ¿Qué nos falta? ah si si, lo que hace que se marque la diferencia entre una hamburguesa del montón y una gran hamburguesa, las pequeñas diferencias. 

Normalmente tanto en los raviolis que me preparo a veces para comer como en muchos de mis platos suelo usar piñones ibéricos, le dan ese toque selecto que ante el jurado de Top Chef inclinaría la balanza a mi favor en una votación por conseguir la inmunidad. Pero dio la casualidad que como había ido ese día a comprar vi lo que costaba un tarrito con piñones y para esta ocasión me salió mi vena más tacaña y racioné los piñones a uno por hamburguesa.


Una vez juntado todo y mezclado se separan para hacer bolas de carne que antes de cocinar serán aplastadas, las cocinamos a fuego lento para que se hagan bien por dentro y voilà.


Ahora solo falta ponerla con el pan con su tomate su lechuga y sus extras que quieras añadir.

Bueno, y fregar todo esto. . . Casi mejor ir a cenar fuera la próxima vez.


Para los que más tiempo lleváis por aquí y sois observadores os informo que esa botella que se ve de Fairy es la misma de la que hablábamos hace casi 5 años en esta entrada