sábado, 20 de julio de 2013

Tarta de dos chocolates y medio. ( Hay que echarle Valor )

Si amigos, por el título la cosa promete. Han pasado ya dos días desde que la preparé y mi cuerpo no ha experimentado ningún tipo de deterioro. El caso es que la cuenta de Twitter del blog no la uso mucho, y sin embargo algún que otro incauto me sigue. Para todos ellos va dedicada la entrada de hoy.

Soy una persona muy de pensado y hecho, o al menos pensado e intentado, Así que cuando vi los 17 seguidores de Twitter (de los cuales uno soy yo) dije, "Habrá que hacer una tarta para celebrarlo, ¿no?" y como en la anterior entrada menté las tartas de 3 chocolates en las que cada capa es como una tarta diferente pensé en demostrar que hacer una tarta de 3 chocolates era algo fácil.

Salí de trabajar a las 14:00 y fui en busca de los ingredientes a una conocida cadena de supermercados mencionada en este blog hasta el hastío. Cuando liberé el carro de la compra esto fue lo que encontré, alguien había "olvidado" una deliciosa tarta Selva Negra. Haciendo gala de un sentido común digno del mismísimo "Paladín Sensato" ( Algún día os contaré la historia que no pude vivir en primera persona.) opté por sacarla del carro y dejarla cerca por si alguien estaba interesado.


A posteriori pienso que quizá, aquello de encontrarme una tarta, fue una señal, y eso que yo no soy mucho de creer en las señales que nos manda el destino, pero la verdad es que habría sido más fácil que hubiese cogido la tarta. Aun llevando horas al sol estoy seguro que habría tenido mejor aspecto y habría sido menos perjudicial que comer lo que veréis a continuación.

Una vez en casa y como los más avispados habéis deducido por el título, me dispuse a emplear Chocolates Valor para la tarta, el problema es que Valor no hace chocolate blanco como tal, así que tuve que decantarme por el Milka ( aunque una vaca pintada de morado no transmite mucha confianza.)

Pequeña muestra de los ingredientes empleados
El principio básico de la tarta de 3 chocolates es que es una tarta que va por capas, y lo bonito es que todas las capas sean iguales, pero vayamos capa a capa.

La primera capa también conocida por base, es la más sencilla de hacer y es poco probable que falleis, Hay que derretir 60 gr de mantequilla, triturar un paquete de galletas y mezclarlo bien con un poco de leche. Una vez tenemos todo bien mezclado hay que ponerlo en el molde y apretarlo con una cuchara.

Gracias a la picadora todo fue mucho más fácil,
antes tenía que usar un motero.
Cuando ya tenía la pasta para la base preparada surgió el primer problema, el molde que yo había pensado utilizar es bueno para tartas que sean solidas, pero la tarta de 3 chocolates es semisolida, y habría sido un problema desmoldarla, pero ahora ya no había marcha atrás. Sacando a relucir todo mi ingenio, tuve que improvisar un molde empleando un Tupper de 2 l y papel film.

Molde que había pensado utilizar.
Molde plastificado con erótico resultado.
Como he comentado, una vez improvisado el molde hice la base apretando la pasta con una cuchara. Después de esto es cuando llega la parte difícil del pastel.



Lo siguiente que hay que hacer es mezclar litro y medio de leche (según la receta original es medio litro de leche y uno de nata para montar, pero en casa sólo tenía leche, así que me tuve que apañar con eso ) con 4 sobres de cuajada y separarlos en 3 partes iguales. Aquí es donde ocurrió mi segundo "error", como podéis ver en la foto utilicé las varillas para montar, ¿Y que fue lo que pasó? pues eso, que acabó la leche montada con un montón de crema por arriba. Y claro, hay que dividirlo en 3 partes iguales para ir mezclando cada parte con el chocolate en cuestión, 

Como veis hay crema para hacer mil Capuccinos. 
Cuando conseguí separar más o menos la leche, llegó el momento de ponerla a hervir, justo cuando empieza a hervir hay que añadir el chocolate habiéndolo fundido previamente en el microondas.

El chocolate derretido al microondas.
En este caso el orden de los factores no creo que altere mucho el producto, pero yo por si acaso seguí el orden cromático de claro a oscuro. ( Blanco, Con leche y luego Puro ) 

Esa sospechosa espuma no es por que hierva,
Es por ser leche batida, me costó Dios y ayuda
saber  cuando empezó a hervir.
Una vez tienes la leche y el chocolate perfectamente mezcladas de manera uniforme hay que verterlo sobre la base de galleta, pero con cuidado para intentar evitar la destrucción de la base.
Una vez tenemos la base y la primera capa hay que dejar reposar la tarta en la nevera para que se cuaje, y mientras preparamos la siguiente capa.


Como podéis ver en la foto de arriba, no soy muy bueno dividiendo a partes iguales la leche, y de ahí lo de dos chocolates y medio. La capa de chocolate con leche no me quedó especialmente gruesa.
Por suerte, el exceso de chocolate puro cubrió la escasez de chocolate con leche.

Aspecto ciertamente lamentable.
Horas después de tener todas las capas montadas y todo de manera más o menos estable, llegó el momento de la verdad. Había tarta para dar el postre a un regimiento, así que no podía permitirme el lujo de guardar esta tarta en casa mucho tiempo, no, si quería seguir usando la misma talla de camisa. Había que encontrar algún conejillo de indias. Con el Cherry Laxant ya puse en riesgo la vida de mis compañeros de trabajo, así que no podía arriesgarla nuevamente con una tarta, tampoco quería jugármela y exterminar a mi familia, así que opté por ser yo quien la probara, eso si, arriesgando mi propio estomago. Intenté inmortalizar el momento sacando una foto con la cuchara en la boca probando la tarta, pero justo antes de llevármela a la boca algo salió mal.


Como veis, quienes primero probaron la tarta fueron el pantalón y el suelo de la cocina. (Fe-no-me-na-le).

48h después de probar la tarta, y habiendo mantenido las tripas en su sitio, opté por llevarla a la paella del sábado en casa de mi abuela. Eso puede comprobarse en la vajilla duralex que toda España tiene en casa de sus abuelas.


Como se ve en el corte transversal de la tarta,
 las capas son de todo menos uniformes.
Han pasado unas horas desde la comida en casa de mi abuela. El teléfono de casa de momento no ha sonado, y el whatsapp está bastante tranquilito, lo cual es buena señal. Esperemos que siga así al menos 48 horas más.