martes, 5 de octubre de 2010

Nunca echas de menos algo . . .

. . . hasta que lo necesitas. Y eso es una verdad universal. Ya os hablé en anteriores entregas de lo que echamos de menos la cosa esa de los agujeros para hacer cosas en la sarten. Es posible que las cosas que pasan en el universo no sean verdades absolutas, ya sabéis, las opciones de "viajar en el tiempo" si entras en un agujero de gusano por ejemplo (Aun me dura el "Efecto Hawking"por culpa del documental que vi). De todas formas, no voy a dar ahora una clase de astrofísica, más que nada porque no tengo ni puta idea, pero lo que si que sabemos todos es que puedes estar tan tranquilo en casa y ser feliz, hasta que una buena mañana te levantas y dices. . . "Voy a hacerme un zumo de Naranja". Pensareis que el problema era que no tenía naranjas. . . Nada más lejos de la realidad, el pasado viernes, cuando fuimos a comprar cosas para la excursión del día siguiente en bici, V, Yoshi y yo decidimos comprar unas Naranjas para empezar la mañana de ese "duro" sábado con energía y vitamina C. Estos dos, como viven con sus mamis, no tuvieron ningún problema la mañana siguiente, pero aaaaaaaamigo, para un emancipado como yo, la cosa no iba a ser un camino de rosas. . .

Cuando estábamos a las 22:00 de la noche en Carrefour, yo sabía que tendría dificultades al día siguiente para extraer el zumo de su envoltorio biológico, pero recordé que en un capitulo de Los Simpson explicaban cual era la mejor forma de exprimir una naranja. . .


Gran fuente de cultura, por lo menos las 15 primeras temporadas.

Un apasionado de Los Simpson como yo, guarda en su retina y en su memoria la mayoría de cosas que han pasado en esta serie, así que, aunque sabía que en casa no tenía exprimidor, también sabia, gracias a la TV, que existían alternativas para salir del aprieto.

Cuando sonó el despertador a las 6 y pico (casi las 7 realmente) del sábado, me quise poner cuanto antes manos a la obra.(de ahí mis ojeras y mi pelo)

Como veis, no es tan fácil como parece.

Después de muchos intentos de estrujamiento frontal con la naranja opté por otra de las opciones, partirlas por la mitad, clavarles un tenedor y apretar con todas mis fuerzas.

Mirad que cara de esfuerzo mientras estaba aun con el plan A

El resultado del Plan B fue también desalentador, no se si es que esas naranjas tenían poco zumo, o que para extraerlo todo bien hace falta el exprimidor. El caso es que después de estrujar 6 Naranjas, me dio solo para un vasito.

Una naranja y media para ese culin de zumo. . .

Moraleja: No Intentes hacer lo que hacen en la tele.

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