Aparte de las pechugas de pavo y las ensaladas de verdifresh, compré una fruta que llevaba tiempo queriendo probar y que no había tenido la suerte de catar.
Esta fruta exótica de gran tamaño no era del todo desconocida para mi, el helado o soberte de Mango lo he degustado en innumerables heladerías a lo largo y ancho de nuestra geografía. Pero el fruto en sí jamás.
Como veis el tamaño del mango es considerable. Intenté hacer la proeza de comermelo de una sentada, pero cuando iba por la mitad me tocó abortar mi azaña.
Así que opté por envolverlo en papel de celofan y continuar al día siguiente.Supongo que como os habréis dado cuenta, con eso de que estamos en verano el ritmo de publicación ha bajado drásticamente. Prometo para la semana que viene tener un par de entradas algo más dignas, pero entendedme, hace calor y no apetece.
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