Jueves 28 de Agosto de 2014, 14.30h,
Hace más de un año, en una de las carreras de karts de la temporada pasada de Karting Adictos se plantó la semilla que ha traído ante vuestras pantallas esta entrada.
Aprovechando que uno de los que formamos parte de la parrilla tiene casa en La Puebla de Valverde, decidimos ir al Karting de Torremocha a ver que había por allí. De todas formas los hechos importantes para esta entrada ocurrieron durante la comida del sábado.
En pleno auge de los realities de cocina (Master Chef, Top Chef, Pesadilla en la cocina), Alex, el habitual 4º clasificado en las pruebas de karts que disputamos se armó de valor, cogió la sartén por el mango y se puso a hacer la comida para todos.
No penséis que intentó hacer nada excesivamente sofisticado, nada de deconstrucciones ni historias a lo Ferrán Adría, eran unos macarrones con tomate y atún.
El caso es que mientras tenía la pasta hirviendo me acerqué a controlar el asunto. La anterior vez que unos amigos hicieron pasta y yo me dediqué a dejar que cocinasen tranquilamente fue en un viaje a la nieve allá por el año 2004-2005 y los spaghetti acabaron dándose un paseo por la pila del fregadero ( al menos no fue por el suelo ) Álvaro y Vane después de buscar sin exito un escurridor en el aparthotel, intentaron escurrirlos como buenamente pudieron produciendo la mejor pasta a la pila que he probado nunca. Pero volvamos al año pasado. . .
Me levanté del sofá y me acerqué sigiloso, cuando estuve a buena altura le pregunté al Chef, ¿Qué, como va la pasta? y me contestó, bien, aun le quedan unos 5 minutos. . . , bajé la mirada, saqué un macarrón, y aquello estaba al borde de pasarse, y cuando digo al borde me refiero al borde borde.
Si deseáis una versión realista de lo ocurrido lee sólo el apartado A), si por el contrario deseas una versión fantasiosa que nada tuvo que ver con la realidad lee sólo el apartado B).
A) Después de probar uno de los macarrones que estaban al limite, le dije, Alex, querido amigo, creo que lo mejor será que saquemos estos macarrones del fuego ya que están apunto de pasarse. Alex me hizo caso, los sacó y siguió preparando la pasta quedando unos macarrones que se podían comer, incluso hubo quien repitió.
B) Con presteza, tomé las riendas de la cocina y como buen líder empecé a gestionar a mis ayudantes, lo primero que hice fue apartar al anterior "chef" y decirle que se fijase en mi y que aprendiese del Maestro. Gracias a las decisiones correctamente tomadas y a mis habilidades culinarias, demostradas en este blog en incontables ocasiones, conseguí levantar una receta/comida que estaba evocada al fracaso más estrepitoso.
El caso es que este fin de semana nos vamos la mayor parte del grupo de los karts a pasar un fin de semana multiaventura, y la verdad, no se muy bien como ha llevado una cosa a la otra, pero el caso es que va a haber un duelo de chefs entre Alex y yo, bueno, más que duelo pachanga. El resto de comensales serán los jueces para determinar quien de los dos es el Mejor.
La entrada con mi receta está casi preparada, pero será publicada el domingo momentos antes de que se produzca la pachanga para evitar que Alex se copie y/o que los jueces sepan de que receta es cada uno, ya que será una cata a ciegas. . . Mejor así. . . mi salsa tiene un color a mier....
Bueno chicos y chicas, nos leemos el domingo.
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