domingo, 23 de febrero de 2014

Viva la robótica.

Cuando era joven, y por joven me refiero con 8 o 10 años en las televisiones autonómicas se emitía una serie/programa llamada "El Mon de Beakman" en el que se trataban temas de ciencia y pequeños experimentos para que los niños nos familiarizásemos con la ciencia valga la redundancia. A continuación un pequeño vídeo que he encontrado en Youtube con su versión en castellano, emitida posteriormente en Cuatro.

El vídeo creo que sólo podréis verlo en un ordenador.

El mecanismo del programa era sencillo, niños le escribían cartas, Josie inicialmente ( luego vinieron otras ) o Lester ( el hombre Rata ) se las leían a Beakman y este las respondía de manera científica y sencilla, forjando así en los niños el conocimiento que a muchos nos ha acompañado durante años.

Estoy seguro que infinidad de cartas fueron enviadas a los estudios de todas las televisiones del mundo, cartas escritas por tiernas mentes infantiles como la mía, tiernas mentes que por otro lado fueron engañadas de manera infame, os lo explico en la viñeta.

Y por eso hace unos años me di a la bebida.
La entrada de hoy realmente va a ser sólo la punta del iceberg de lo que va a venir después. Gran parte del blog hasta ahora se ha centrado en mis aciertos y errores en la cocina. Bien vale, más errores que aciertos, pero hay que evolucionar.

Estamos ya bastante entraditos en el siglo XXI y estoy casi seguro que durante este siglo lo que va a triunfar en el mundo son las impresoras 3D y el hacerse uno mismo los aparatos electrónicos que necesite.

Desde que llegó a mi casa la robotina y la usé un par de veces empecé a ser consciente de sus pequeños defectos, o más que defectos, posibles mejoras que se podrían implementar. Hacer una Robotina como tal no debe ser complicado, pero mis intenciones van más allá que un simple robot limpiador de suelo.

Robotina 2.0 Wall-e Edition.

Mi maquiavélico plan es crear un robot que entretenga a mi gata y la canse durante el día, para que así la zorra me deje dormir por las noches.

La sinvergüenza de la gata estoy seguro que se tira el día así, durmiendo placidamente mientras yo trabajo para pagar su comida y sus caprichos.


Claro, todo el día durmiendo, levantándose únicamente para comer, beber, y visitar su caja de arena hace que durante las noches se divierta mirando por las ventanas y haciendo ruidos extraños cual Predator cada vez que ve una palometa, murciélago o lo que quiera que sea lo que ve.

Tengo varias ideas de robots puteadores de gatos, pero de eso hablaremos más adelante.

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