martes, 19 de abril de 2011

Receta Del Gran Chef: Rosas Dulces.

Os habréis dado cuenta que últimamente no publico con tanta asiduidad como solía hacer. No es que no pasen cosas guays, es que no son tan guays como deberían. Las novatadas se están dejando de suceder y lo que empezó siendo un zoológico de pelusas se está convirtiendo en un retiro espiritual para la jet set pelusil.

Bueno, a lo que vamos, hay mucha controversia en el mundo acerca del tema de las palomitas de maíz. Los más puristas opinan que las palomitas de maíz auténticas, son aquellas que se hacen saladas, sin emplear otro ingrediente que no sea el maíz, el aceite y la sal. Pero los cocineros de "la nueva era", como somos Ferrán Adrià y yo, creemos que se puede llevar el placer de las palomitas un nivel más allá simplemente evitando anclarse en el pasado.

Para ir abriendo boca aquí tenéis un vídeo que tenéis que ver si o si.


Pero continuemos con algo de historia de mi vida.

Cuando era pequeñito y me quedaba en casa de mi yaya Julia los fines de semana, pasabamos las tardes de los sábados en la cocina.

Era para mi muy complicado soportar cine de barrio finde si finde también, así que para evitar acabar trastornado por culpa de José Parada, canalicé mi creatividad hacia el tema culinario. Las recetas que más hacíamos eran "Rollicos" (un dulce que según tengo entendido es típico de la zona de donde son mis abuelos de Cuenca, que se hace con harina, vino, azúcar y esas cosas, y que posteriormente se fríe, ) y, como llama mi abuela a las Palomitas, Rosas, concretamente Rosas Dulces.

Otro día trataré con profundidad la receta de los rollicos, pero hoy nos vamos a centrar en lo que hemos empezado hablando arriba.

Las primeras veces que hacíamos las palomitas, teníamos un serio problema, como todos sabréis, cuando calientas el azúcar estaba acaba quemándose, y lo que en principio iba a ser algo dulce, se convierte en algo que podríamos calificar como carbonizado.

Si intentabas poner a última hora el azúcar, esta no se llegaba a disolver/fundir con lo que no azucaraba las palomitas.

Sin más dilación (que ya se está dilatando mucho esto la verdad) voy a comentar la receta y el como se solucionó el problema.

Empezaremos con los ingredientes:

-Palomitas de Maíz.
-Azúcar.
-Aceite.
-Agua.
-Colorante Alimentario (Opcional)
-Y muchas cosas bonitas. . . Ah no espera, eso eran Las Supernenas.


Colocamos la sartén con una chucharadita de aceite al fuego y, aproximadamente la mitad de su fondo con palomitas. Es importante no poner maíz en exceso, ya que al explotar aumentará su volumen una barbaridad y las palomitas se acabarían quemando al no poder moverse en libertad dentro de la sartén.

Como podéis apreciar en la foto de arriba, también podremos el ingrediente/elemento secreto, que no es otro que el agua. Es importante que nada más estar la sartén al fuego, vertamos un poco de agua, ya que este agua evitará que el azúcar que echaremos con posterioridad se queme con tanta facilidad, y también hará que se disuelva y forme un almíbar que quedará adherido a las palomitas.


Cuando el maíz esté caliente y las palomitas estén apuntito de empezar a saltar (es algo que se masca en el ambiente y que notaréis, ya que se crea una sensación de ansiedad equiparable a que te esté apunto de explotar una bomba entre las manos) será el momento de cubrir de azúcar, de manera generosa, toda la mezcla de maíz y agua y moverlo hasta que exploten una o dos palomitas.

Cuando esto se produzca, será importante cubrir con una tapa que encaje a la perfección la sartén para evitar que al moverla, se nos escape el contenido.

Es importante mover continuamente la sartén sacudiendola arriba y abajo para evitar que se peguen las palomitas o que se queme en exceso el azúcar. Lo ideal es dejar 10 segundos al fuego y mover arriba y abajo durante 5 segundos, así una y otra vez hasta que la cadencia de explosiones baje ligeramente, en ese momento habremos terminado. Tendremos que andarnos con ojo, ya que siempre hay alguna palomita Trollcorn que intentará explotar cuando pensemos que ya están todas y que hará que nos asustemos.

Si seguís mis consejos y tenéis un poco de suerte, no os pasará esto:


Como se puede apreciar en la foto el socarrat que tanto gusta en la paella (por lo menos a algunas personas) también podemos tenerlo en las palomitas, aunque no es nada apetecible, y por el aspecto debe ser 100% canceroso.

Lo que veis ocurrió por que puse exceso de palomitas, y aunque intentaba que no se pegasen, moviendolas arriba y abajo, estaban tan apretadas que todos mis intentos fueron en vano.


El 10% de las palomitas iniciales acabaron convertidas en lo que habéis visto arriba, pero mereció la pena el sacrificio, ya que, el 90% restante, acabó transformándose en las Rosas Dulces Verdes/Doradas más bonitas que había visto nunca. Aquí tenéis una pequeña muestra.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esperemos que los rollicos de tu abuela te saldran mejor! :)

Dominic Santiago dijo...

Pero que mierda es ésa!!! jajajaja

Anónimo dijo...

Pues las ultimas tienen muy buena pinta...;)