Cuando faltaba una semana para la fiesta de Halloween, llegué una tarde a casa y vi como en el tablón de anuncios del edificio estaban unos niños con sus madres colgando un cartel. Un chavalin la mar de simpático me dijo: "El lunes vamos a ir por las casas disfrazados haciendo truco o trato, y pasaremos por tu casa a por caramelos" A lo que yo le respondí que estaría preparado.
Como todos recordaréis, hace un año me pillaron un poco a contra píe y no les pude dar más que galletas y chocolate. La misma tarde que me encontré a la muchachada tenía casualmente que ir a comprar, así que compré un par de bolsones de caramelos para la ocasión.
Todo estaba listo para recibir el lunes la visita de unos niños disfrazados y sucumbir a su "extorsión glucosil", pero durante el fin de semana recibí una oferta para ir a la exposición "Bodies Revealed", y una oferta así es difícil rechazarla, y más si es en Halloween.
Pero tenía el problema de haber dado mi palabra al joven niño, niño que probablemente iría esa misma tarde casa por casa, disfrazado y lleno de ilusiones para llenar la bolsa. Tenía con él una deuda, y un Lannister siempre paga sus deudas.
Como todavía no he aprendido a estar en dos sitios a la vez, algo había que hacer. Así que saqué dos post-its, les escribí lo que aquí bajo podéis leer, y les dejé los caramelos en una bolsa de Celio.
Esta juventud está más perdida cada vez, arrancarle la oreja a alguien por no darle caramelos. . . donde vamos a llegar.
2 comentarios:
Me encanta xD, te sigo
Muchas gracias, siempre es bueno que el blog le guste a alguien, creo que ya sois tres.
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