Pues bien, hace unos momentos ha ocurrido una catastrofe en mi casa con similares consecuencias. Me disponía a colgar las sábanas que acababa de sacar de la secadora en el radiador que tengo para las toallas en invierno, el caso es que las he dejado apoyadas en el mueble de la pila del baño, con tan mala fortuna que el dispensador de jabón se ha caído y se le ha partido el cuello.
El caso es que como podéis ver en la foto, tan solo se ha roto en 4 ó 5 pedazos, con lo que aparentemente con algo de super glue sería fácil de arreglar. Pues bien, que no os engañen, reparar algo así es la cosa más difícil del mundo. Y para muestra, las fotos que tenéis aquí bajo.
Lo primero que hice fue vaciar de jabón el dispensador, y luego junté las piezas para asegurarme que no me faltaba ninguna. Sólo faltaba ir a por un pegamento que fuese capaz de aguantar. Como todo hombre, tengo mis preferencias a la hora de arreglar las cosas que están rotas con determinados productos estrella. Estos suelen ser las bridas, las grapas, la cinta americana, el velcro y como no, el super glue.
Obviamente, las grapas estaban descartadas en esta ocasión, y aunque podría haber sido curioso el hecho de intentar repararlo con las bridas o la cinta americana, me decidí directamente por el super glue.
Después de reparar con escaso resultado mi dispensador de jabón, creo que estoy preparado para enfrentarme a pinturas murales del siglo pasado.
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