La gata, he de admitir que es muy guapa, pero en su interior tiene algo malvado, y para muestra la foto de arriba. Como he dicho estaba sentado tranquilamente en la terraza, salió, y se sentó sobre mi pierna, controlando todo lo que pasaba por la calle, y ronroneando para que le acariciase la cabeza y el lomo. Me sentí como el malo del Inspector Gadget, vigilando junto a mi fiel felino los movimientos de los vecinos.
En esta segunda foto, se puede ver, que la gata no pierde detalle de lo que se cuece fuera. . .
Lo que en principio iban a ser 5 minutos de relax, se convirtió en más de media hora acariciando a la gata y viendo a los coches pasar, lo que se resume en una tarde totalmente improductiva.
5 comentarios:
Quien fuese gata! Este mensaje se autodestruirá en 3, 2, 1...
Te estás abuelizando!!
Me estoy volviendo maligno. xD.
A mi me recuerdas a la portada de una película con un italiano maligno acariciando un lindo gatito...
http://cosasdegoce.files.wordpress.com/2010/08/el-padrino.jpg
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